Por Jorge Isla Luego de poner en jaque a grandes proyectos en Las Condes, ahora las emprende contra el Costanera Center y la municipalidad de Providencia. Vitacura también está en su mira. Los años de activismo desplegado en cuanto conflicto urbano se desata en Santiago convirtieron a Patricio Herman en la mayor "pesadilla" para inversionistas inmobiliarios, varias municipalidades y no pocas ocasiones hasta al propio Gobierno. Pero ha sido en los últimos meses cuando el nombre más reconocido en la defensa de los "derechos urbanos", anotó sus mayores triunfos. Sus gestiones están detrás de la postergación de la venta del Estadio Santa Rosa de las Condes de la UC; el cuestionamiento a la autorización de las torres que levanta el grupo Penta en la Plaza Las Lilas, y el "destape" de errores en el otorgamiento de permisos de edificación en Las Condes. Ahora Herman se lanzó en picada contra el mall Costanera Center, el mayor desarrollo inmobiliario lanzado en la capital, denunciando que se construye sin las debidas autorizaciones. El viernes pasado emplazó al alcalde Cristián Labbé a demostrar con documentos que está todo en regla y no se movió hasta que lo recibió el director jurídico de la Municipalidad de Providencia. Y como era de esperar, la explicación no lo dejó satisfecho. "En un Estado de derecho, nadie puede construir sin un permiso de edificación vigente. Lamentamos que de buena fe el alcalde Labbé haya cometido el error de decir que todo estaba en regla, es impresentable en una construcción tan impactamente como ésta", declaró. Es que luego de centrar sus fuegos de los útimos meses en Las Condes, ahora prepara la artillería contra proyectos emblemáticos en Providencia yVitacura. Por ejemplo, denuncia que la construcción de un complejo de oficinas de cinco pisos en la avenida Santa María excedería la norma para ese sector con la anuencia del director de obras. Sus oficios como organizador y asesor de organizaciones de vecinos, también lo llevaron a recibir a un grupo de residentes que no quieren que quede impune el reciente desplome de una grúa, que puso en riesgo la integridad de una torre completa. Mientras, se impone de todos los detalles de la denuncia de vecinos de la Villa El Dorado en Vitacura, alarmados por un próximo cambio en la norma para permitir la edificación en altura, y hace lo propio en la controversia por la propuesta para edificar en altura en Escrivá de Balaguer entre la calle Guaraní y el Club de Polo. Este último tema lo toca directamente, ya que por la irrupción de un edificio al frente de su casa en el sector de Manquehue y Espoz tuvo que venderla. Este episodio personal marcó su cruzada de dos décadas contra la voracidad de las inmobiliarias. Contra lo esperable del autor de centenares de cartas al director sobre conflictos urbanos, Herman no es ni arquitecto ni abogado. "El único mérito que tengo es saber y escribir, creo que basta con eso. En Chile, la gente no tiene el hábito de estudiar y a mi me gusta leer y escribir"... dijo Herman en una conferencia a la cual fue invitado como orador. Con dos hijos y dos matrimonios a su haber, cercanos a afirman que su trayectoria laboral en Chile y el extranjero - que incluye a la multinacional IBM- le permitió retirarse con la solvencia necesaria para dedicarse completamente y ad honorem a su labor como presidente y principal vocero de la Agrupación Defendamos la Ciudad, en la cual participan unas 35 personas. "Actuamos en respuesta a la petición de los ciudadanos atropellados por el poder político, a quienes no se escucha por quienes les tienen un verdadero desprecio, y nos ponemos de parte de los desvalidos. Si el Estado chileno funcionara, nos dedicaríamos a otras cosas", sostiene. Es que su juicio sobre el funcionamiento de las instituciones es lapidario: "Lo único que queremos es que las normas se cumplan para que el sistema de libre mercado funcione adecuadamente, y no se prostituya con el tráfico de información privilegiada y otras lacras. Queremos cambiar hábitos de conducta, porque estamos viendo niveles de corrupción creciente en el ámbito de las constructoras, en esto en Chile no hay Estado de derecho, sino mucha impunidad". Disparos empresariales: "Nos irrita su aura de santo" "Lo que más nos irrrita es su aura de santo, con esa imagen de estar más alla del bien y el mal, como una especie de Robin Hood", fustiga un ejecutivo de la construcción, quien declara que ven a Herman como una "persona incómoda en la que impera un afán más destructor que constructor" y que tiene "un discurso contradictorio que es contrario a que se extienda la ciudad pero al mismo tiempo se opone a la construcción en altura". En el lado positivo, entre los empresarios reconocen que logró estructurar "una marca" que está manejando bien. ¿Por qué se ha salvado de una lluvia de querellas? "No queremos transformarlo en mártir, ese beneficio no se los vamos a entregar. En este momento nuestra postura es no inflarlo, pero sí nos enfrentaremos con los que le están dando espacios". Ninguneo que no resultará tan fácil. "La ciudadanía está despertando de su letargo, lo que pasó en La Reina es demostrativo de que los vecinos pueden organizarse", retruca Herman. Una tendencia respecto de la cual las inmobiliarias y constructoras tienen plena conciencia, aunque también añaden que tras los golpes que han dado organizaciones como "Defendamos la Ciudad" está el rol de la Contraloría General de la República. "El movimiento ha logrado influir fuerte en la Contraloría - que incluso ha ido mucho mas allá de las funciones- , ahí encontró un caldo de cultivo, un espacio donde actuar, con lo cual ha logrado triunfos parciales", reconoce un inmobiliario. Pero enseguida acota: "El no ha obtenido ningún triunfo judicial, siempre en los tribunales perdió, lo mismo que ante el Ministerio de Vivienda... las autoridades urbanas no lo aprecian por aportes que valgan la pena". Es justamente la Contraloría, el destino seguro de sus dardos contra el Costanera Center de Horst Paulmann si el concejo municipal no toma cartas en el asunto. "Se está construyendo una obra con características no consideradas en los permisos, es una situación impresentable y si el Seremi no responde en un plazo prudente, va a presentar los antecedentes al ente contralor", dice un cercano. Ir contra este desarrollo por US$ 400 millones es enfrentar directamente a Horst Paulmann, algo que preocupa a Herman, ya que declara que su acción fiscalizadora no hace diferencia entre infractores grandes, medianos o chicos. Para los inmobiliarios, la acción de Herman de poner en tela de juicio los permisos de construcción es altamente peligrosa para la estabilidad del negocio. "Si prosperan estas campañas permanentemente para buscar la anulación administrativamente de los permisos, eso provocaría que la caída del sistema", advierte un gerente del sector. Fiscalización al DFL2 Una denuncia de marca mayor prepara "Defendamos la Ciudad" y nada menos que en conjunto con diputados oficialistas y opositores. Esta vez no son los planos reguladores o los permisos de construcción, sino lo que denuncia como un vacío en las facultades de Servicio de Impuestos Internos para fiscalizar las ampliaciones de viviendas DFL 2. "Hay vacíos legales, es impresentable que el SII no pueda hacer fiscalizaciones en las direcciones de obras y así se desperdicia trabajo, porque esta labor queda en la nada, no tiene ningún efecto, es otra mentira institucionalizada. Acá estamos ante fraude tributario y les pedimos a parlamentarios que tomen cartas en el asunto y entren en el tema", asevera Herman.